A todos nos gustaría leer la mente de las personas en momentos puntuales, saber que nos quieren decir y no nos dicen. Cada persona con su cuerpo transmite muchísima más información de la que nos damos cuenta, si aprendemos a interpretar el lenguaje corporal conseguiremos una valiosa información.
Según estudios por Albert Mehrabian el lenguaje verbal, las palabras que usamos para comunicar constituyen un 7% de la información que transmitimos , nuestro tono de voz supone un 37% y el 56% de la información que recibimos la captamos del lenguaje corporal. Si aprendemos a analizar e interpretar ese lenguaje corporal conseguiremos la información que nos beneficiara en negociaciones, presentaciones, ventas e infinidad de situaciones cotidianas. Las personas que saben interpretar las señales del cuerpo consiguen sus propósitos de forma más fácil y llegan al éxito rápidamente.
Aquí te ofrecemos unas señales para interpretar el lenguaje corporal:

1. Brazos o piernas cruzadas: es un signo de oposición o resistencia a las ideas que se exponen. Suponen una barrera física a las ideas de otra persona o ante una situación, bloqueo mental, emocional o físico.
Se estudió el lenguaje corporal de las personas que asistían a una negociación. En más de 2000 casos cuando uno de los participantes en la negociación cerraban sus brazos o piernas no se cerraba el trato. Una persona nos puede estar sonriendo sin embargo si sus piernas aparecen cruzadas algo no va bien.
2. La sonrisa: Una sonrisa franca para un buen observador es algo generalmente difícil de esconder. En el contorno de nuestros ojos cuando sonreímos con sentimiento aparecen unas pequeñas arrugas.
Cuando alguien sonríe por cumplir, sus ojos no cambian , solo cambia su boca. Si no aparecen arrugas esa persona no sonríe sinceramente.
3. Limitar el lenguaje corporal: nos ayuda a empatizar y generar lazos.Estudios realizados demuestran que imitar las posturas corporales de los que nos rodean genera un vínculo con la otra persona lo que facilita cualquier tipo de negociación. Si en una reunión observamos la postura y los movimientos que realiza la persona que tenemos enfrente y somos capaces de imitarlo, ya sea instintiva o premeditadamente, casi de inmediato generaremos un vínculo de confianza.

4. La postura corporal de la persona: Quien no ha asistido alguna vez a un evento y al entrar en la sala observamos una persona con una postura erguida, desenvolviéndose con soltura con una postura corporal abierta que denota poder, efectivamente esa persona es la que organiza el evento.
La postura de la persona nos dice mucho de ella, los hombros atrás, la espalda recta maximizando el espacio que ocupa demostrando seguridad. el cerebro humano detecta esta postura expansiva y entiende que cuanto más espacio se ocupa más poderoso se es.
Al contrario una persona que se encoje demuestra su miedo o falta de seguridad. Esta actitud nos servirá para medir la seguridad en si misma de las personas en una presentación, una entrevista, una cita ….
Una postura expansiva impone respeto y promueve el compromiso. Una actitud segura en una negociación nos acercara al éxito.

5. Observación de la mirada: Existe la creencia de que la persona que no mira a los ojos esconde algo o miente. En Estados Unidos se considera adecuado mantener la mirada sin desviarla entre 7 y 10 segundos cuando estamos hablando con alguien, incluso más si estamos escuchando a esa persona.
Si la persona con la que estamos hablando no nos mira a los ojos, los mueve demasiado en todas direcciones o se esfuerza de forma evidente en no parpadear podemos pensar que algo no va bien, no es del todo sincera o esconde algo.
6. En el tercio superior de nuestras caras la cejas que se levantan instintivamente expresan sentimientos: miedo, sorpresa o preocupación. Si estamos con alguien que de repente arquea sus cejas sin causa aparente de miedo, sorpresa o preocupación tenemos una señal de que ocurre algo.
7. La cabeza: Una persona que asiente constantemente a todo lo que decimos manifiesta con su lenguaje corporal preocupación sobre lo que los demás piensen de ella o ansiedad.
8. Apretar la mandíbula, mover excesivamente el cuello o fruncir el ceño son signos de malestar, desinterés o estrés.
Debemos estar atentos al lenguaje corporal de la persona que tenemos enfrente y observar la concordancia entre sus palabras y sus gestos.
Ya que no somos capaces de leer la mente aprendamos a leer el lenguaje el cuerpo. Por ejemplo nos dará ventaja en una negociación, si percibimos el malestar de la otra parte, aun cuando no lo diga con palabras, en algún punto del acuerdo siempre podemos modificarlo y aproximar posturas que nos lleven a cerrar el trato.
Con un poco de estudio y observación todos podemos aprender a leer el lenguaje corporal y esto nos acercara al éxito en cualquier materia tanto empresarial como personal…