Controlando tus “monos mentales”
Dominar tus emociones:
En este artículo voy a hablarte un poco sobre cómo dominarte a ti mismo. Quieres ser un modelo a seguir para otras personas, o un líder, un líder efectivo.
Primero tienes que aprender a dominarte a ti mismo, al menos tal y como Peter Drucker o incluso Sócrates solían decir, “conócete a ti mismo”. Así pues, ¿cómo nos vendemos a nosotros mismos?
Bueno, una herramienta muy habitual que proporciona buenos resultados en el liderazgo y en el desarrollo de las habilidades personales es la inteligencia emocional. Y desarrollamos nuestra inteligencia emocional aprendiendo a identificar nuestras emociones. Pero, ¿cómo aprendemos a hacer eso?
La práctica de la meditación es, probablemente, el camino más rápido y fácil para lograrlo. Una meditación consciente puede ser lo más apropiado, pero será diferente según la persona. Algunas funcionan mejor y otras dependiendo del practicante. Por tanto, sin conocerte, me es muy difícil aconsejarte un tipo de meditación u otro.
En general, puede decirse que una meditación consciente te permite aprender a identificar y controlar tus emociones cuando surgen en la medida de los posible. Así que, cuando estás enfrentándote a alguien, te darás cuenta de que estás enfadado. Pero imagina poder apartar esa emoción para poder tratar con esa persona de forma efectiva como líder, como modelo a seguir, como motivador, o como cualquiera que sea tu papel o situación en ese escenario.
Monos mentales:
Lo siguiente que tenemos que hacer si queremos dominarnos a nosotros mismos, es aprender a controlar la mente. Habrás escuchado antes el término de “monos mentales” (monkey mind). Eso es, monos mentales. Todos lo sabemos, es algo horrible.
Y hoy día es peor por culpa de los teléfonos y todo lo que nos rodea. Recibes 20 millones de mensajes y parece como si tu cerebro no dejara de explorar todo lo que hay a tu alrededor. Entonces, ¿cómo hacemos para aprender a domesticar al mono, a domar los monos mentales y frenarlos?
Bien, existen diferentes métodos. Por ejemplo, a mí me funcionan muy bien las técnicas respiratorias. Otro es desconectar todos los aparatos electrónicos, teléfonos y similares. Así nadie me interrumpe y me puedo concentrar en el proyecto que tengo entre manos, como editar este libro verdaderamente útil.
Pero para poder trabajar en el proyecto, tengo que desconectarme de internet literalmente, tanto en el portátil como en el teléfono, porque si no lo hago, empiezo a recibir mensajes y es fácil distraerse porque la edición a veces es un trabajo muy técnico.
Y no es la tarea más emocionante que he hecho. Es interesante, pero algunas partes son algo aburridas.
Planifica las horas óptimas del día para cercas tareas:
Creo que puedes captar la idea. La otra cosa que podemos hacer para controlar y calmar los monos mentales es evitar tomar gran cantidad de bebidas con cafeína o azúcar.
Cumplir con el ejercicio diario es clave para calmar la mente y también para encontrar ese momento en el cual gestionar tu energía o cuando estás más concentrado. Por ejemplo, algunas personas como yo solemos concentrarnos muy bien por la mañana. Puedo alcanzar las tres horas, algo que llaman las etapas de subida.
Pero para poder hacer eso, en mi caso, debo levantarme, tomarme un café y ponerme directamente a trabajar. No me ducho ni pierdo el tiempo haciendo otras cosas. Voy al grano sin demoras. Así disfruto de las dos o tres horas más productivas del día. Otro buen momento donde obtengo buenos resultados es al final de la tarde, ya que mis niveles de energía se elevan ligeramente.
Por tanto, tienes que descubrir cuáles son los momentos de mayor concentración, tus etapas de subida. Cada persona es diferente en ese aspecto, ya que el reloj interno varía en función de múltiples factores, incluido el genético.
Algunas personas trabajan muy bien a altas horas de la noche. Recuerdo que Barack Obama comentaba que era un tipo nocturno, pues solía hacer la mayor parte de su trabajo al anochecer.
En cambio, otros funcionan mejor por las mañanas. Realmente, no hay un momento mejor que otro. Depende de tu propio cuerpo. Durante años he tratado de levantarme a las cuatro de la mañana para meditar.
Y descubrí que, al final, eso alteraba todo mi día. Mis niveles de energía se descontrolaban. No me sentía estable.
Este es mi caso. No hay un momento perfecto para meditar o salir a correr, ni antes del amanecer ni al final del día. Depende de la situación y de la persona. Por ejemplo, antes me levantaba a menudo a las cinco de la mañana porque tenía que trabajar todo el día, y si no lo hacía así, no podía ya meditar. Pero ahora, debido al coronavirus, dispongo de más libertad a la hora de acomodar mi horario.
Puedo gestionar mi tiempo en función de mis niveles de energía. Así que aprender a administrar tu estado físico cuando eres más productivo te ayudará a controlar los monos mentales.
Aprende a Desconectar:
Debes acostumbrarte a apagar el teléfono y desconectar los aparatos electrónicos cuando necesites concentrarte. Por ejemplo, para leer un libro o algo interesante, meditar, o mantener una conversación que necesite tu máxima atención durante, quince, veinte o treinta minutos.
Creo que hay mucha gente a día de hoy que son incapaces de hacer algo así. Pueden mantener una conversación, sí, pero sus mentes están dando saltos de una cosa a otra y sabes que no te están escuchando.
Pero si te mantienes en silencio, te dicen que te están escuchando. Ni siquiera te miran, están con el teléfono o dándole vueltas a otra cosa, y eso indica unas habilidades sociales muy pobres.
En cualquier caso, espero que te haya gustado artículo y puedas sacarle. Gracias por tu atención. ¡Que tengas un día estupendo, cuídate!