¿Cómo hacer que tus presentaciones sean más memorables?
Hablar en público puede ser un tanto complicado. Dada la gran cantidad de información que la mayoría de nosotros tenemos que incluir en nuestras presentaciones, hacer que los espectadores recuerden todo es, sin duda alguna, una tarea difícil.
Todos tenemos diferentes estilos de presentación, diferentes maneras de hacer que nuestro mensaje sea memorable y distintos recursos de oratoria. Los narradores, por ejemplo, crean un vínculo emocional con su audiencia al hacer que sus presentaciones sean emocionales y dramáticos. Los científicos llenan sus exposiciones con datos, hechos, información y análisis de resultados. Los directores, por otro lado, van directamente al grano, omitiendo detalles superfluos y enfocándose en los aspectos lógicos y más importantes.
La importancia de las presentaciones
Independientemente de tu estilo, de si eres un narrador, un científico o un director; es importante que las personas recuerden tus presentaciones y toda la información que preparaste, porque si no es así, realmente no tienen sentido hacerlas.
La memoria es una actividad cognitiva compleja mediante la cual el cerebro selecciona y apunta lo que quiere guardar. Por ello, tenemos que buscar la manera de darle al público algo que su cerebro rememorará. Afortunadamente, hay un pequeño y efectivo truco neurológico que te ayudará a hacer precisamente esto.
Imagina que estas haciendo una presentación con una gran cantidad de diapositivas. Si eres como la mayoría de los presentadores, seguro que has añadido en cada diapositiva más de un punto a tratar, tal vez contenga un gráfico complejo y múltiples viñetas. Pero, normalmente hay un elemento en esa hoja que resalta más que los demás, y eso es lo que realmente necesitas que tu audiencia absorba y recuerde.
¿Qué hacer para que sean memorables?
Entonces, ¿cómo lograr que tu audiencia se centre en el punto correcto y lo memorice?. Podrías, por un lado, señalar físicamente la parte de la diapositiva o dar una dirección verbal como “observen la información de la esquina superior derecha”. Vemos esto es muchas presentaciones, pero, aunque es un buen intento, simplemente no es tan efectivo.
Sin embargo, hay una forma más efectiva de atraer el interés de tu audiencia hacia los puntos claves de tu exposición. Es una artimaña simple, pero poderosa, que los neurólogos han descubierto y llamado “indicación espacial”. Esta se refiere a resaltar una parte específica de la diapositiva con un círculo de color, haciendo zoom en el área o hacer que le resto de la página se desvanezca.
Es realmente bastante simple, solo debes destacar con un color llamativo (naranja, azul, rojo, preferiblemente) la parte grafica a la que la audiencia debe prestar más atención. Además, desde el punto de vista neurológico este método es aún más potente cuando el círculo aparece alrededor de 200 milisegundos (2 décimas de segundo) después de que se muestra la diapositiva. Y este no es solo un número aleatorio.
Investigadores de Harvard descubrieron que después de ver palabras por 200 milisegundos, existe un aumento en la actividad de las células cerebrales, lo que sugiere el reconocimiento de las mismas en la pantalla. Este es el momento de conseguir que tu audiencia se centre en esa parte.
En un reciente estudio, investigadores franceses probaron los efectos de la localización espacial enseñando a un grupo de personas comunes el mecanismo interno de un piano vertical. Los pianos son, en realidad, bastante complicados en su interior; las teclas activan una palanca que hace que un martillo de fieltro golpee la cuerda y al mismo tiempo levante un amortiguador de la misma.
En el estudio, los investigadores mostraron a un grupo una animación con puntos clave del mecanismo del piano, y otro grupo recibió instrucciones sin indicaciones ni palabras importantes. Después, ambos grupos realizaron un test de comprensión escrita para poner a prueba sus conocimientos. Los resultados evidenciaron que aquellos que tuvieron indicaciones visuales y puntos concretos obtuvieron una puntuación hasta un 75% mejor que la prueba de aquellos que solo recibieron indicaciones. Esto significa que las personas que recibieron indicaciones tienen la capacidad de conseguir un resultado de 100%, mientras que las que carecen de puntos clave, obtendían una tasa de acierto de un 57%.
Entonces, si haces presentaciones como parte de tu trabajo y tienes que hablar en público con frecuencia, realmente debes preguntarte si quieres que tu audiencia superen aquella prueba (recuerde todo) o fracase miserablemente (no recuerde casi nada).
Así pues, la pregunta del millón es ¿qué debes hacer en tu próxima presentación? Bueno, para empezar, piensa cuidadosamente sobre el punto más importante en cada diapositiva; aquel que sea más valioso y contenga un mensaje claro, directo y conciso. Luego, localiza estos elementos con círculos rojos o haz que el resto de la diapositiva se desvanezca y solo sea visible la información importante.
Sin las señales espaciales y sin una oratoria adecuada, la audiencia no sabrá en que parte de la diapositiva se debe enfocar y desperdiciará energía neurológica tratando de recordar información sin importancia. Intuitivamente, tienen sentido que una página con seis viñetas sea mucho más difícil de recordar que una diapositiva con un punto realmente importante marcado en un círculo de color llamativo.
Esto no solo es intuitivo, sino que, además, neurológicamente la señalización utiliza una red cortical frontoparietal difusa en el cerebro. Y por esto se puede aumentar significativamente la atención y la retención.
Ahora que ya lo sabes, nunca más deberías mostrar una presentación con un gráfico denso o una lista con viñetas sin círculos ni zoom para enfocar la atención de tu público hacia dónde quieres que vaya. Este método hará que tus diapositivas sean memorables y tu presentación será mucho más agradable y atractiva.
De igual manera, es importante que mantengas un discurso simple, directo, comprensible y fácil de recordar. Haz una declaración firme y clara de los puntos sobresalientes. Asegúrate de que cada aspecto de tu mensaje aborde y refuerce esa idea; no compliques demasiado tu discurso con hechos o cifras, solo enfócate en el punto central de tu diapositiva para que no distraigas a tu audiencia.
Es imperativo, además, que a la hora de hablar en público conozcas los parámetros principales de la oratoria para que así, puedas dar una charla clara y efectiva, y tu mensaje pueda ser entendido por todas las personas, sin importar sus niveles de conocimientos previos en el área.
De igual manera, intenta crear y decorar las páginas de las diapositivas de una manera llamativa pero sencilla. No utilices colores fuertes, a menos que encierres el punto importante en un círculo rojo; escribe con un tipo de letra fácilmente reconocible y entendible, y escoge el tamaño que más se ajuste al espacio de la presentación para que todas las personas, hasta las más alejadas, puedan leer sin problemas la diapositiva.
Sigue todos estos consejos y te aseguramos que darás una presentación excelente y memorable, donde todas las personas recordarán la información suministrada y, con suerte, la podrán utilizar en la situación adecuada.
En general, podemos englobar todo lo anterior en una idea: cuando conectas con tu público dejas una huella memorable. Intenta mantener un ambiente ameno e informativo para que exista un gran feedback entre la audiencia y tú.