Está claro que a casi nadie le gusta recibir críticas o comentarios negativos. Pero puedes aprender a convertirlos en una oportunidad para aprender y mejorar. Quizá te preguntes: ¿cómo puedo conseguirlo?
Si aprendes a utilizar la escucha activa, a aplicar la empatía estratégica, a recurrir al lenguaje corporal abierto y al poder de replantear una situación en la que te sientas a la defensiva (quizás incluso con ansiedad) podrás aprovechar las oportunidades que surjan para aprender algo real. Así podrás obtener un beneficio al identificar cómo puedes mejorar y/o aprender sobre la persona que te hace la crítica. Descubrirás que acabas de convertir una experiencia potencialmente desagradable en una oportunidad de aprendizaje positiva.
Consejos útiles para recibir críticas o comentarios negativos
Mantén el contacto visual. No hay nada más frustrante que hablar con alguien sobre un asunto importante y que notes que no te está prestando toda su atención. Puede que esté consultando su teléfono o que ni siquiera te mire directamente, por lo que es muy importante mantener el contacto visual.
Aplica la empatía estratégica. La empatía no significa que estés de acuerdo con la otra persona, sino que puedes ponerte en su lugar y comprender su punto de vista. Esta es una habilidad muy importante para una comunicación eficaz.


Si no estás de acuerdo, muérdete la lengua hasta que acaben las críticas y los comentarios negativos. Resiste el impulso de interrumpir, si lo haces para corregir y argumentar tu caso vas a quedar peor. Incluso si tienes razón, discutir o ponerte a la defensiva sólo hará que la otra persona se atrinchere más y afiance en su postura de que tiene la razón. Reúne primero tus ideas y equilibra la situación con calma.

Si utilizas un lenguaje corporal abierto, señala a la otra persona de forma no verbal para que sepa que la estás escuchando. Asiente con la cabeza para demostrar que estás escuchando y entendiendo, lo cual no significa que estés de acuerdo, sino que le indicas que captas el mensaje.
Cada vez que utilices etiquetas verbales o frases como “sí, vale, te escucho, entiendo, estoy dispuesto, me esforzaré, trabajaré en ello, gracias por señalarlo”, expresas y muestras que estás escuchando.
Si lo consideras oportuno, puedes insistir en celebrar una reunión posterior con una petición: “¿podría volver a hablar contigo, para asegurarme de que estoy avanzando en la dirección que deseas?”
Puedes ver fácilmente que tu comportamiento y tu capacidad para elegir cuidadosamente tus palabras marcarán la diferencia.
Cuanto más expreses tu afán de mejorar y aprender, menor será la resistencia que recibas de la persona que te hace la crítica o el comentario negativo.
