Procrastinar es aplazar o diferir una obligación o trabajo.
A la larga la procrastinación te hace sufrir. Cuando dejas las cosas sin hacer normalmente no tienes una sensación agradable. Sabes que postergar los quehaceres te lastima. La gente trata de posponer lo inevitable tanto como sea posible, lo que conlleva casi siempre resultados fallidos y dolorosos.
No obstante, el futuro te alcanzará y aquellas semillas que plantaste darán su fruto. Puede ser una buena y fructífera cosecha o una mala cosecha que te hará sufrir debido a tu hábito procrastinador.
Debido a que las personas son conscientes de todo ello crean complejos ciclos. Para evitar sentirse mal por posponer las cosas se involucran en comportamientos destructivos, creando un ciclos que se retroalimenta y hace la situación cada día peor y peor.
La procrastinación se refleja el algunos de estos ejemplos: malos resultados de ventas, estado físico fuera de forma, obesidad, cosas sin hacer, retrasos, malos resultados, problemas de salud, bajo rendimiento laboral, pocas o ninguna relación, soledad por que se posterga la interacción con otras personas… todo ello por la falta de acción generada por la procrastinación.

Una de las mayores responsabilidades para un gerente es motivar a los trabajadores para que estos den lo mejor de sí mismos en su trabajo. Los gerentes que consiguen crear un ambiente positivo, gratificante y entusiasta se ven recompensados con una reducción del absentismo laboral eliminando la necesidad de reemplazos; a la vez que consiguen incrementar positivamente la productividad y la calidad.
En nuestro curso de motivación, nuestro competente experto compartirá con nosotros sus décadas de experiencia a la hora de motivar a la gente, presentando 21 de los métodos más efectivos y rápidos descubiertos para incrementar la efectividad individual o grupal.
En el curso, aprenderá a:

- Garantizar que los trabajadores tengan ganas de ir a trabajar sintiéndose entusiasmados por su faena
- Estimularlos con tareas que les permitan alcanzar nuevas metas
- Satisfacer su necesidad de sentirse tanto autónomos como parte de un colectivo
- Reducir el miedo al fracaso e incentivarles
- Eliminar obstáculos que les impidan evolucionar
- Ofrecerles el reconocimiento necesario para triunfar
¡Y mucho más!