Cuando hablamos de comunicación, no solo nos referimos a las palabras que podemos transmitir.
Seguro que te has encontrado alguna vez en tu vida con personas que son capaces de convencer sin decir apenas una palabra. Simplemente con asentir, o hacer determinado movimiento, han influido en tu pensamiento.
¿Cuál es su secreto?
En este breve y conciso artículo explicamos, basándonos en los consejos y el trabajo del experto John English, algunos de los movimientos del lenguaje corporal y su importancia a la hora de aplicarlos en nuestras exposiciones y presentaciones.
La postura
Muchas personas se fían más de su “intuición” que de las palabras en sí.
¿De qué sirve estar hablando durante 2 horas si luego el que nos escucha piensa “no me fio de él”?
Y resulta que ese pensamiento emana del lenguaje corporal casi en su totalidad.
Uno de los aspectos que más influyen a la hora de transmitir una imagen e ideas es la postura. Una buena postura inspirará confianza, seguridad, fiabilidad y cercanía. Una mala postura, en cambio, puede provocar rechazo, miedo o incluso enfado.
Pero no solo eso: una buena postura empieza a actuar en nosotros mismos. O sea, que la confianza que transmite también nos afecta.
Para John English, “una postura potente, segura, firme y abierta es una de las herramientas más poderosas para influenciar y convencer a una audiencia”.
Debemos acostumbrarnos a adoptar este tipo de posturas. Hay varias, pero las más comunes son aquellas que tienen las siguientes características:
- La columna debe estar recta, erguida. Evitaremos sacar “chepa” o inclinarnos hacia adelante mientras hablamos.
- La cabeza debe adoptar una posición natural, ni erguida ni mirando al suelo.
- Los hombros deben estar rectos, en línea perpendicular con la columna. No debemos echarlos hacia adelante ni hacia atrás.
- Los brazos deben estar a ambos lados del cuerpo, y debemos abrirlos y gesticular. No los cruces nunca, ni trates de adoptar una posición defensiva. Siempre abiertos, mostrando las palmas.
El movimiento
Una vez que tenemos una postura natural abierta y segura, debemos aprender a movernos. El movimiento por el escenario debe estar en consonancia con nuestro discurso. Por lo general, no debemos cambiar continuamente de lugar, y debemos hacer coincidir estos cambios con la presentación.
Por ejemplo, si cambiamos de tema, cambiamos de lugar. Si hacemos alguna pregunta, nos acercamos al borde del escenario. Si vamos a decir algo muy importante, nos situamos en el centro con los brazos abiertos, sobre todo si se trata de una conclusión lógica que todo el mundo va a aceptar (sería el equivalente a una llamada a la acción).
Nunca des la espalda a ningún sector del público, eso provoca su desconexión. Tampoco te muevas continuamente en el mismo lugar. Puedes gesticular (de forma comedida y precisa, no a lo loco), pero no mover las piernas. Recordemos que transmitir nerviosismo es una de las peores cosas que puedes hacer, y el movimiento de piernas es un signo claro de ello.
Por último, haz coincidir las pausas dramáticas con un “momento de reflexión” y no te muevas, incluso puedes mirar al suelo, como pensando (de las pocas veces que te vas a permitir el no tener los ojos en tu audiencia). La ausencia de movimiento y voz crea expectativas, pero no lo demores más de 2-4 segundos, o podrías desconectarte del público.
Conclusión
El movimiento en una presentación es muy importante. Proporciona un apoyo inequívoco a lo que estamos diciendo, y transmite seguridad y confianza, no solo en la audiencia, sino también en ti mismo.
Nosotros te aconsejamos ser natural: Haz que sea un hábito la buena postura y el movimiento fluido y ensayado. Eso sí, trata de no pensar en ello cuando subas al escenario, o corres el riesgo de olvidarte de lo que tienes que decir. Debe ser algo espontáneo que has ensayado y aprendido previamente.
Para adquirir esta habilidad, puedes acudir a talleres de comunicadores experimentados y hacer pautas de trabajo diarias. Una vez que la domines, tu capacidad comunicativa y de influencia aumentará notablemente en el lenguaje corporal